sábado, 9 de mayo de 2009

John B. Watson (1878 - 1958)


Fue discípulo de los funcionalistas de la escuela de chicago. Su pensamiento estuvo influido notablemente por los trabajos del filosofo alemán Jacques Loeb, que estudio los tropismos (movimientos de animales y plantas forzados por el medio ambiente).

Según Loeb, todos los movimientos de los organismos podrían explicarse como respuestas automáticas a estímulos ambientales. Tales respuestas podrían ser positivas o de acercamiento y negativo o de separación.

Watson estudio el desarrollo del sistema nervioso de la rata y su asociación con el aprendizaje. Encontró que durante las tres primeras semanas de vida, las ratas tenían gran dificultad para aprender, pero a partir de ese momento y debido al desarrollo de las conexiones neuronales, la capacidad de aprendizaje de las ratas eran similar a las de los adultos.

Willard Small había empezado a estudiar el aprendizaje de las ratas en los laberintos.

Watson demostró que las ratas a la que se había privado del sentido de la vista, olfato, oído, eran capaces de orientarse por el laberinto. Propuso la hipótesis de que las ratas se orientaban a partir de información cenestésica. Es decir, mediante las sensaciones internas provenientes de los músculos.

En 1913, Watson publico “la psicología tal como la ve el conductista” posteriormente considerada como el manifiesto conductista.

En su manifiesto, Watson defiende la posibilidad y la necesidad de desarrollar una psicología puramente objetiva y experimental. La introspección como método, y la conciencia como objeto de estudio debían por lo tanto desterrarse.


Watson demostró que era posible estudiar las cuestiones físicas de la psicología si necesidad de recurrir a la introspección.

En 1916 publico unos trabajos sobre la psicofísica animal.

Hubiese obviamente imposible. Sin embargo, Watson demostró que estas investigaciones podían realizarse sin recurrir a la introspección.


Watson asumió la idea de Thorndike que los hábitos se forman por asociaciones estimulo – respuesta

Rechazo la idea de que el aprendizaje este regido por la ley del efecto, ya que dicha ley se basa en entidades inobservables para la aplicación de la conducta. La ley del efecto decía que el aprendizaje depende del placer o el displacer producido por las distintas acciones. Palabras como “placer” deberían ser excluidas de la aplicación psicológica, pues no hacen referencia a conductas observables. Watson propuso que las asociaciones estimulo – respuesta se producen simplemente por la frecuencia con que ocurren. Es decir, los comportamientos que se han desarrollado con mayor frecuencia en el paso tenderán a prodigarse también en el futuro.

En colaboración con J. J. B. Morgan desarrollaron un estimulo para identificar las emociones básicas en el ser humano. Para ello estudiaron la respuesta de niños pequeños ante diferentes tipos de estímulos los cuales fueron tres: miedo, cólera y amor.

El miedo solamente los producían los ruidos imprevistos y la perdida del punto de apoyo. La cólera solo se obtenía sujetando al niño e impidiendo sus movimientos. El amor provenía exclusivamente de la manipulación de las zonas erógenas.

Watson y Morgan (1917) concluyeron que el resto de las emociones y de los estímulos afectivos presentes en los adultos son fruto del condicionamiento. Es decir, la asociación de otros estímulos a los que producen la emoción de miedo, cólera o amor transferirá las propiedades de estos a aquellos.

Para comprobar la posibilidad de que los miedos pudieran adquirirse del condicionamiento, desarrollo junto con Rosalie Rayner uno de los trabajos experimentales mas citados como precursor de la terapia de conducta. El estudio comenzó cuando Alberto tenía nueve meses y se desarrollo durante mas de tres meses. Inicialmente se comprobó que Alberto era un niño estable y sin ningún tipo de problema. No tenía miedo a ningún tipo de animal y únicamente se asustaba, como los demás niños, ante un ruido súbito. En el comienzo del estudio, una rata blanca se acercaba a Alberto, quien no mostraba ningún tipo de miedo. En se momento, un investigador golpeaba fuertemente una barra de acero con un martillo. A partir de la tercera ocasión el ruido producía una evidente reacción de miedo en Alberto.

Posteriormente el niño empezaba a asustarse cada vez que la rata se acercaba a el. En ensayos posteriores, parece ser que el niño que generalizo a otros objetos peludos, tales como conejos, gatos y perros, así como a la propia cabeza de Watson. La investigación tuvo que ser suspendida antes de finalizar el último de los objetivos: la eliminación del miedo en Alberto.

Se a criticado la actuación de Watson de este estudio por razones éticas al haber inducido una fobia en un niño sin eliminarla posteriormente.

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